Se estima que solo el 60% del tiempo de trabajo se utiliza productivamente. La tecnología y nuestras propias distracciones son grandes barreras. Aquí te mostramos cómo superar estos obstáculos.
1. Usa una lista de tareas
Crear una lista de tareas claras y alcanzables mejora la organización y reduce el estrés de olvidar tareas.
2. Empieza inmediatamente
Comenzar una tarea, aunque sea pequeña, impulsa la productividad gracias al Efecto Zeigarnik, que nos motiva a completar tareas iniciadas.
3. Trabaja con otros
La influencia positiva de un grupo mejora el enfoque y la disciplina, ya sea en persona o en espacios de coworking virtuales.
4. Trabaja en sprints
Dividir el día en sesiones de trabajo intensas seguidas de descansos aumenta la eficiencia y evita el agotamiento.
5. Cambia hábitos en lugar de eliminarlos
Reemplazar un mal hábito con uno positivo es más efectivo que intentar eliminarlo por completo.
6. Crea rituales productivos
Desarrollar comportamientos automáticos específicos reduce la carga mental y mejora la gestión del tiempo.
7. Aprovecha las horas de máxima productividad
Realiza tareas más importantes o difíciles al comienzo del día cuando tu fuerza de voluntad está en su punto máximo.